Ilustraciones / Pintura
En este año extraño que estamos viviendo se está haciendo imperativo, para muchos de nosotros, introducir cambios. La inestabilidad en el mercado del arte y la incertidumbre ante lo que va a pasar en los próximos meses ha hecho que las agendas de las galerías se hayan hecho aún más impenetrables para artistas independientes como yo.
Afortunadamente, al menos en teoría, se están abriendo otras puertas que pueden permitir a los artistas exponer sus obras sin tener que recurrir a un espacio físico. Digo en teoría porque aunque parece factible que en la era digital la venta online acabe abarcando todos los ámbitos, la presencia y el “aura” del cuadro no dejan de ser ingredientes importantes a la hora de decidir adquirir una pintura.
Por eso, cuando hablando de estas inseguridades un amigo me sugirió cambiar, al menos durante un año, la línea de mi trabajo no me eché las manos a la cabeza. Su idea fue, teniendo en cuenta el interés que siempre he sentido por la Astrología, hacer una serie con todos los signos zodiacales. Todo bien… hasta que empecé a pintar.
He recibido muchos encargos en estos años de trabajo y siempre los he recibido con entusiasmo, tomándomelos como un reto que podía afrontar; me pedían colores específicos, el uso o no de textos, formatos rompedores, etc. pero este caso es distinto porque toca la estructura más básica de mi forma de trabajar. Mi pintura siempre se ha caracterizado por su ambigüedad, al principio completamente abstracto y, últimamente, mas figurativo pero manteniendo un grado de misterio que invitaba a múltiples lecturas. Los signos zodiacales, sin embargo, están llenos de información, de datos y, cuando empecé a pintar me di cuenta de que la libertad que antes me permitía a nivel técnico y que hacía de cada cuadro un experimento aquí no era posible, al menos en la medida a la que estaba acostumbrado. Obviamente, podría hacer versiones abstractas de los signos, pero el verdadero deseo de este proyecto es intentar que el espectador se sienta identificado con la obra, ya sea por ser de su signo o por revelar valores que le describan o motiven. Además, aunque seguramente seguiré usando trozos de madera en la obra original, me gustaría poder hacer reproducciones (láminas o pósters) que sean más asequibles al público sin que pierdan calidad visual. Por todo esto pienso que esta serie tiene un componente más relativo a la ilustración que a la pintura y por eso lo presento así: Ilustración vs. pintura.