Tras un largo paréntesis que me ha tenido medio fuera de juego en lo que a arte se refiere por casi un año, regreso donde lo dejé. La pandemia ha pisado fuerte y ha dejado huella, el arte siempre se levanta de las más duras crisis, así que aquí estoy de nuevo con la serie que ya parecía destinada a la lista de “incabados”. Y como ha sido precisamente un año lo que he estado “fuera”, ataco con Sagitario, el siguiente de la lista.
La idea de este cuadro, “Rewind” (rebobinar), me hacía reflexionar sobre la evolución y verla como una sucesión de fotogramas que suben hacia la copa de un árbol (pero al contrario que en una película, no desaparecen para dar paso al siguiente, sino que permanecen presentes en la obra) con imágenes de monos y astronautas que se unen mostrando la parte animal que sigue, y seguirá formando parte del ser humano por más sofisticado que consigamos que sea el entorno. Entonces, mientras pintaba, sonó “Lover, you shoundn’t have come over” (Amante, no deberías haber venido) de Jeff Buckey y empezó a repetir “it’s never over” (nunca se acaba) como un mantra insistiendo una y otra vez. Decidí oírla en bucle porque empezó a tener sentido dentro de mis pensamientos acerca de la obra; hablando de cómo el pasado nunca deja de pasar, continúa estando presente mediante un recuerdo, una huella, un hijo que perpetúa el proceso de la evolución aún cuando ya desapareció aquello que lo originó.
Volviendo al tema de los horóscopos, encuentro en este cuadro la motivación del sagitario siempre en pos de la verdad, sin dejar nada a un lado, aprendiendo aún a sabiendas de que el proceso es interminable y la llegada al conocimiento, un mito. Sagitario busca las experiencias nuevas y el aprendizaje que éstas aportan para llegar a la verdad. Hacen de la verdad su bandera, su camino y su meta.